PACTO MATRIMONIAL
INTRODUCCIÓN
La humanidad a lo largo de la historia ha hecho pactos, convenios, tratados etc. Dios hace pactos nunca ha roto uno porque no es hombre para que mienta, Él ha hecho pactos con hombres como (Noé, Abraham), con naciones como (Israel), con entidades como (La iglesia) y con la humanidad. Hizo pacto con la humanidad a través de un mediador, Jesucristo (Hebreos 12.24), a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Por medio de Él obtenemos un mejor pacto, eterno, obtenemos los beneficios de la sangre, la salvación, vida eterna, esperanza, confianza etc.
DESARROLLO
Un pacto matrimonial es un convenio entre dos personas donde contraen obligaciones (responsabilidades sin límites) y adquieren derechos que deben cumplir.
- El pacto es morir a la vida independiente, ya no es “Yo” sino “Nosotros” poner su vida el uno por el otro, cuando llegamos al altar es el momento donde renunciamos al espíritu de soltería.
- La vida compartida viene a ser ahora la prioridad de uno al otro.
- El pacto matrimonial se sella con juramento (Votos) que se hicieron.
- El matrimonio civil es reconocido por Dios.
COMPONENTES DE UN PACTO:
Promesas: Expresan compromiso mutuo, promesa de su fidelidad, indican lo que harán. Nos hicimos ciertas promesa el uno al otro el da de nuestra boda; (Amar, cuidar, respetar, obedecer, etc.)
Términos: indican las condiciones y duración del pacto podrán ser acompañados con juramentos si así se desea.
Nos comprometimos a estar siempre juntos no importando circunstancias.
Como compañero de pacto, intercambiamos todo lo que antes teníamos por separado. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido sobre su propio cuerpo, sino la mujer (1 Corintios 7.4).
Ahora también los bienes se tienen en común. (Sueldos o salarios, automóviles, herencia, casas, mobiliarios, muebles, regalos, etc.)
El casarse con bienes separados puede significar sembrar semillas de separación.
Compartamos todas nuestras riquezas y deudas, el guardar las posesiones como “mías” y no “nuestras”, puede causar pleito ejemplo: “Mi salario” y “Tu deuda”.
Los hijastros también quedan incluidos, ahora pertenecen al padrastro o madrastra tanto como si fuera su padre o madre natural, el no entender este principio predispone a la familia a las contiendas y a la rebelión, la contienda da lugar a que los hijos separen a los padres.
Inicio del pacto Matrimonial:
El matrimonio: Es considerado por Dios como un pacto, no es solamente de dos personas sino que Dios mismo es parte de Él, como un cordón de tres dobleces (Eclesiastés 4.12) y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Dios constituyo el matrimonio en el huerto del Edén como el primer pacto entre los hombres. (Gn. 2.24) Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Mateo 19.6) “Lo que Dios junto” es una descripción de los dos siendo uno solo, cuando una pareja elige casarse, quedan unidos en el plan de unidad divina llamado Matrimonio. Desde el principio Dios tenía la intención de formar parte del matrimonio.
El pacto inicial de Dios con el hombre estaba ligado al matrimonio original del hombre y la mujer (Gn. 1.27-28). Y creo Dios al hombre a su imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó y los bendijo Dios, y les dijo Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Dios no solo quiere estar como testigo en tu matrimonio sino que Él quiere ser parte y entrar en pacto en su vida matrimonial (Malaquías 2.14), sin Dios el matrimonio es un pacto puramente humano.
La única manera de entrar en pacto con dios es a través de Jesucristo. (Hechos 16.30—31). Y sacándolos, les dijo: Señores ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos le dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Solo aquellos que están en pacto con Dios tienen acceso a los beneficios del pacto matrimonial diseñado por Dios (Jeremías 32.38-41). Y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y les daré un corazón, y un camino para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.
Dios no reconoce los beneficios para los que no están en Cristo. (Efectos 2.12-13). En aquel tiempo estabais sin Cristo alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Jesús pagó el precio para que pudiésemos entrar en pacto con Dios, y ahora Él es el único camino al Padre. (Juan 14.6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Para recibir salvación, cada cónyuge tiene que hacer un compromiso personal con Jesús, la salvación es individual. Y si al menos uno de la pareja recibe a Jesús, Dios llega a formar parte de su matrimonio. (1 Corintios 7.14) porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otro manera vuestros hijos serian inmundos, mientras que ahora son santos. El compañero no creyente es santificado pero no salvo, por la relación del creyente con Dios, también recibe los beneficios del pacto mediante las oraciones del cónyuge creyente.
Cuando la pareja es redimida en Jesús entonces pueden ir hacia la plenitud de una sola carne, este es su propósito. Dios desea estar en pacto con su matrimonio a través del nuevo pacto de Jesús y unirlos en pacto en uno al otro de acuerdo con su plan divino.
Al ser redimidos pueden gozar de sus beneficios llegando a tener un gran potencial para la unidad en Cristo Jesús. (Eclesiastés 4.10-12) Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirían; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Después de ser redimidos están preparados para madurar y crecer a través del plan de Dios en su matrimonio (Jeremías 32.38-41).
Para crecer nos vamos a enfrentar contra muchos enemigos espirituales pero Dios nos dará la victoria, uno de ellos son los pactos antiguos los cuales tenemos que derribar.
Derribando pactos antiguos:
Nos encontramos que en el pasado hicimos pactos antes de nuestro matrimonio con otras personas, (novios) y esto no permite que puedan disfrutar de los beneficios del pacto matrimonial en abundancia. Aún los (besos, caricias y las palabras, etc.) Son pactos antiguos; veamos algunos de ellos:
Pactos de palabras: (Proverbios 6.2-3) Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios. Has esto ahora, hijo mío, y librete. Ya que has caído en la mano de tu prójimo; Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
Una de las formas como quedamos enlazados son por nuestras propias palabras, ejemplo: Cuando le prometimos matrimonio a otra persona, cuando juramos nunca dejarnos de amar ni separarnos, no olvidarnos nunca, cuando antes había jurado no ser de otra persona, no amar a nadie más, etc. Haciendo votos y juramentos quedando así enlazados a ellos, y hasta el día de hoy afecta nuestra relación matrimonial cuñado vienen esos recuerdos a nuestra vida, pero en Cristo Jesús pueden ser quebrantados cuando los confesamos y nos arrepentimos. (1ª Juan 1.9) Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.
Otras de las formas en que nuestro matrimonio es afectado, es a través de las palabras que la persona (Ministro, Sacerdote, etc.) manifestó el día de nuestra boda, ejemplo: en la muerte, en la pobreza, en la enfermedad, estas palabras desataron maldición en el momento que nosotros las aceptamos y tiene vigencia. Ahora es necesario desautorizarlos desatando palabras contrarias llenas de bendición. (Proverbios 18.21) Muerte y vida están en el poder de la lengua.
Pacto de sangre: Se puede ver desde el punto de vista de la pérdida de la virginidad o sea la primera relación sexual.
No solamente en la mujer sino también en el varón (1 Corintios 6.16) ¿O no sabéis que el que se une a una ramera es un cuerpo con ella? Porque Él dice: los dos vendrán a ser una sola carne, habla de un pacto con ramera; por la cultura latina el hombre pierde su virginidad en prostíbulos, haciendo pactos de sexo ilícito. (Proverbios 6.26-32) Porque por causa de una ramera no es reducido a un pedazo de pan pero la adultera anda a la caza de la vida preciosa. Alguien pudo haberse enamorado locamente, entregando su cuerpo y alma a quien creía “El amor de su vida”, y después sufrió el desengaño. (Génesis 34.1-3) Salió Dina la hija de Lea, la cual esta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país. Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, y la tomó y se acostó con ella, y la deshonro. Pero su alma de apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, hablo al corazón de ella. Esto no permite en amor, entrega, fidelidad, etc. Con el que ahora es su cónyuge, se debe romper con este pacto, o de lo contrario la pareja no podrá ser totalmente feliz.
También existen pactos de sangre cuando las personas unen sus sangres con el propósito de jurarse amor el uno para el otro, ellos quedan ligados a través de ese pacto. Pero podemos romperlo por medio de Jesucristo, tomando el nuevo pacto de sangre que nos limpia y nos libre de pactos antiguos.
Pactos con regalos u objetos: En el Antiguo Testamento se ve claramente como se efectuaban pactos intercambiando objetos. Y tomo Abraham ovejas y vacas, y dio Abimelec; e hicieron ambos pactos (Gn. 21.27).
Debemos ver si en nuestra casa tenemos regalos (perritos, gatos, etc.) que sean pactos antiguos.
También vemos en el Antiguo Testamento que objetos sin vida servían como testigos de pactos (Gn. 31.44-46) Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo y sea por testimonio entre nosotros dos. Entonces Jacob tomó una piedra, y la levanto por señal. Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras y tomaron piedras e hicieron un monto. Jacob y Laban hacen un pacto y un grupo de piedras son testigos de ellos y sirven para memoria, entonces vemos que objetos que guardamos, como: fotos, cartas, discos, juguetes, peluches, corazones, cuadros, canciones, ropa, etc. aunque no recuerden nada conscientemente, su existencia dentro de nuestra casa es un estorbo porque persiste el testigo de un pacto antiguo. En otros casos estos objetos provocan recuerdos conscientes a los que la persona debe renunciar, sacándolos y quemándolos.
Debemos a través de la ministración romper y renunciar a todo pacto anterior, haciendo uso del nuevo pacto hecho en Jesucristo, quien clavo en la cruz en acta de los decretos que nos eran contrarias. (Colosenses 2.14) Habiendo cancelado el documento de deuda consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
TAREAS
Las tareas de cada lección deberán realizarlas juntos, favor de ponerse de acuerdo respecto al tiempo y los días en que las van a trabajar, inviertan tiempo para ser edificados en sus vidas y así restaurar la verdadera comunicación en su espíritu. Estas tareas están diseñadas para fortalecer la enseñanza y comprensión de las lecciones que se les imparten cada semana, estas les servirán para capacitarlos.
Nota: Recuerden trabajen juntos este material y disfruten este tiempo compartido.